La caENTI (Coordination Action of the European Network of Territorial Intelligence) [Acción de Coordinación de la Red Europea de Inteligencia Territorial en Español] ha definido progresivamente la inteligencia territorial como la ciencia que tiene por objeto el desarrollo sostenible de los territorios y la comunidad territorial en cuestión.

  • Se pone en relación el conocimiento multidisciplinar sobre los territorios y su dinámica.
  • Fortalece la capacidad de las comunidades territoriales para participar en su desarrollo de manera justa y sostenible.
  • Mejora el intercambio de información territorial y difunde sus métodos y herramientas de análisis gracias a las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
  • Promueve la gobernanza, los procesos de toma de decisiones y las prácticas que valoran la participación y la asociación y la investigación-acción que contribuyen al desarrollo justo y sostenible de la comunidad territorial.

Con ese fin, la inteligencia territorial apunta a proporcionar herramientas creadas para, con y por actores territoriales que les permitan elaborar, gestionar y evaluar proyectos de asociación y participativos de desarrollo sostenible de territorios.

La inteligencia territorial, tal como la define nuestro grupo de investigación, también debe poder diseñar formas de promoción del desarrollo de recursos disponibles que, no solo no deben afectar e incluso aumentar el patrimonio histórico-ambiental, sino que también deben ajustarse a una cultura. cuyo principal objetivo es aumentar la conciencia pública sobre las necesidades inmateriales, consideradas transnacionales.

Uno de estos aspectos, existe en las sociedades postindustriales, se refiere al concepto de desarrollo. De hecho, no podemos definirlo de una manera única como una forma de producción industrial a gran escala, como se hizo hasta hace poco. Este nuevo concepto, y aquí está el cambio, implica la convergencia de las diferentes formas de recursos no materiales, y particularmente de los recursos humanos. Una cultura que elige valores no materiales, especialmente en relación con el patrimonio artístico y los paisajes, alimenta a los sectores del turismo en múltiples dimensiones.

Sin embargo, no consideramos que el desarrollo económico sea inútil y no es necesario mantener a las organizaciones que impactaron en la modernidad, al hacer que integre la importancia de los bienes inmateriales. Sin embargo, nos gustaría subrayar la contribución de los recursos inmateriales al desarrollo general. De manera científica y formal, queremos definir el límite entre el desarrollo sostenible en un área socio-cultural dada y el mero desarrollo económico.

El desarrollo de los recursos culturales disponibles en un territorio debe permitir seleccionar y promover aquellos que satisfagan las necesidades de una población heterogénea, a través de la globalización de varias dimensiones. Al mismo tiempo, permite que las diferencias no se conviertan en un obstáculo para la afirmación de estas necesidades, sino que, por el contrario, subrayen el patrimonio de un territorio.

La inteligencia territorial debe conciliar los valores post-materiales con los de la cultura de la sociedad industrial, apoyando el desarrollo de los recursos de los territorios. Esta disciplina reconoce las últimas cualidades y singularidades implícitas y hace que su uso sea atractivo para las sociedades glocales heterogéneas.

Este tipo de cultura, cuyo principal objetivo es aumentar la conciencia pública sobre el desarrollo, debería permitir emancipar a las personas de una visión centrada únicamente en los recursos disponibles, promoviendo las tradiciones que representan las peculiaridades de un territorio. Además, si se considera la multiplicidad de territorios que conforman una sociedad, esta última debe permitir la expresión de las diferencias, que permitan progresar.

Como consecuencia, la acción tiene una importancia particular entre las competencias de inteligencia territorial. Favorece un desarrollo global de la cultura específica, que subraya las diferencias entre los elementos externos y endógenos de un territorio y no cede a las tentaciones de exclusión y separación.